2010
Uno de los momentos más importantes y tal vez el más popular de las celebraciones del Centenario de la Gran Vía tuvo lugar en la noche del 15 de mayo coincidiendo con las Fiestas de San Isidro.
El escenario más grande levantado nunca en una gran ciudad: la Gran Vía de Madrid en toda su extensión, desde la Plaza de España hasta la confluencia con la Calle Alcalá.
1400 metros de noche mágica en la Gran Vía, sin coches, con los madrileños y sus visitantes, como protagonistas de un nocturno irrepetible. Una grandísima alfombra festejó los 100 años de la Gran Vía dibujando toda la calzada de la avenida desde la confluencia con Alcalá hasta Plaza de España. Este espectacular cambio en su fisonomía también modificó la mirada de los miles de ciudadanos que la tomaron gracias al paseo musical durante las 5 horas de esa tarde noche del Sábado 15 de mayo.
Para ello contamos con un común denominador cultural: la historia sonora y del entretenimiento de la Gran Vía desde su origen hasta nuestros días. Géneros tan diversos como la Zarzuela (con especial atención a la obra homónima de Federico Chueca), El Tango, la Copla, El Cuplé, El Bolero, La Movida, el cine Musical o el Teatro Musical. La noche del 15 de mayo de 2010, Madrid contó con una partitura musical para todos los gustos y los madrileños y visitantes vieron una de sus calles principales de una manera inusual y sorprendente.
La Gran Vía se convirtió ayer en anfitriona y protagonista del musical de su vida centenaria. La calle con más solera de la capital se cerró al tráfico en el día del patrón para celebrar con los madrileños el aniversario de su construcción. Y como no podía ser de otra manera, ellos no fallaron y ella no defraudó.
La Razón